Comenzamos hace más de una década con Yorokobu, una revista de creatividad que se apoya en historias muy escogidas y un lenguaje visual único. No nos fue mal, de lo cual nos congratulamos cada día porque congratularse pone el corazón a bailar.
A la vez comenzamos a canalizar y definir las historias que las marcas querían contar a su público. Somos periodistas, diseñadores, ilustradores, estrategas de contenido de marca, traductores del lenguaje marca-público público-marca y amantes del mar, los torreznos, Neil Young y ese color que está a medio camino entre el rojo y el salmón.
Ponemos mucho énfasis en entender al cliente, en desarrollar una forma de comunicar muy personal para cada proyecto y en que quede bonito porque, qué demonios, si es bonito, mola más.
